En las últimas publicaciones venimos hablando de cómo hidratarnos con batidos y refrescos naturales, así como de los edulcorantes artificiales, y esto tiene un por qué.
En verano, el consumo de edulcorantes tanto añadidos como incluidos en los alimentos que consumimos se tiende a disparar: helados, polos, granizados... Con reclamos "light", "zero azúcares", "Bajo en kcal". El calor y el consumo de estos productos es directamente proporcional y como os veníamos contando, los edulcorantes no son inocuos.
Es por ello, que os recomendamos siempre dos cosas:
- En la medida de lo posible, organizaros para poder hacer en casa todo este tipo de preparaciones y tenerlas listas para cuando os apetezca algo fresquito (limonadas, helados, cremas frías, batidos, refrescos caseros...).
- Utilizar endulzantes naturales para que de manera progresiva vuestro paladar se acostumbre a intensidades de dulzor más bajas, y por tanto, la apetencia continua por consumir dulce, poco a poco se reduzca.
Así pues, buenas maneras para endulzar o aportar sensación de dulces a las recetas:
- Dátiles
- Otras frutas secas como pasas, orejones (sin azúcar añadido)
- Frutas maduras: manzana, plátano, melón, melocotón, sandía...
- Vegetales cocidos: calabaza, zanahoria, boniato...
- Especias: canela, vainilla, y otros como el cacao puro en polvo, la lúcuma o la bebida de coco en polvo.
- Aguas saborizantes: de azahar, de coco...
Como ves tenemos opciones para darle un toque de dulzor a helados, batidos y refrescos.
¿Te animas a sacar la creatividad a pasear por la cocina?
Por el EQUIPO DE NUTRICIÓN